Así es, buscando unos papeles he encontrado el cuadro a punto de cruz que bordé cuando nació mi primera hija; siempre ha estado enmarcado y colgado en su habitación, pero en la última mudanza, el cristal se rompió y pensé cambiarle el marco completo, pero lo que pasa, que por unas cosas o por otras al final se quedó sin arreglar y hoy ha aparecido en el fondo de un cajón. Mi hija Elia cumple el sábado próximo 17 añazos, este natalicio ya tiene una edad.
Es el primer natalicio que bordé, el segundo lo bordé para Paloma la pequeña de mis niñas (subiré foto algún día) y Antonio, el peque, directamente no tiene, a ver si me da otra vez por el punto de cruz.
En el mismo cajón descansaba muy bien dobladito este paño de crochet que en algún momento de su vida tejió mi madre, maravilloso, como ella.
No encontré los papeles que buscaba, pero mereció la pena revolver ese cajón.
Mil besos, como siempre.
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